Comentarios de los participantes:
Fabuloso!!!.Me permitió ajustarme a mi nuevo lugar de residencia (Argentina), no abandonar mis raíces colombianas, encontrar raíces que nos unificaban y crear nuevas.Increíble!!! Todo esto con el movimiento, el maquillaje y el personaje que representamos, las consignas, música y el acompañamiento emocional y la contención de la coordinadora y del grupo. En síntesis, registre un cuerpo que recuperaba sus orígenes, se fortalecían y eran aceptados por los otros.
Me encanta la película. El taller me hizo revivir la emoción que me produce sentirme integrado al mundo en el nivel más primitivo, cosa que no tengo presente la mayor parte del tiempo. El maquillaje un desafío sin preparación ... me dejé llevar ... me salió algo que no tiene explicación, me sacó de la zona de confort. El personaje también "me vino" ... ahora miro la foto y me reconozco. Me sentí cómodo frente a la cámara. Me impresionó la creatividad de los otros.
Trabajar sobre las raíces me disparó sensaciones fuertes, el contacto de los pies con el piso, al ritmo de los tambores....... ....sentí que la energía de la tierra entraba por las plantas de mis pies y subía por las piernas a todo mi cuerpo, un energía enorme me invadía, mi cuerpo se nutria, y se volvía luminoso. Al juntarme con los otros toda esa energía se multiplicaba, una sensación de fuerza enorme, como que nada podría tumbarme. Quise plasmar esas sensaciones cuando me pintaba, el día del taller de maquillaje. Use el dorado y el amarillo, pensando en el sol que sentía dentro mio y que irradiaba luz para afuera y los verdes y marrones de la tierra, y me salió un personaje movedizo y alegre, tal vez una bailarina, que relaciono con mis bailes de infancia, el haber nacido y crecido rodeada de naturaleza, con mi casa de Bariloche, de la que me estoy despidiendo, bailaba horas en un salón grande, al que mi papa había puesto espejos y barras para mi. Después me iba a jugar afuera, me subía a los techos de la casa y a los árboles, jugaba a los indios y a la pelota con los varones del barrio.
Taller muy bueno. Sentí que faltó tiempo para interactuar más con los personajes, porque algunos eran muy fuertes. La fotografía fue una parte muy importante del taller. Personalmente me movilizó situaciones internas. Había que jugarse. Hubiera querido despedirme del personaje de otra forma. Estaba muy pegada no solo a mi personaje obispal y solemne sino a otros personajes que me llegaron mucho.
La danza, la música, las telas, las máscaras.................hacen aflorar cosas bellas -por lo menos a mi- Después de un taller de estas características donde uno pone tanto necesitaría un espacio de silencio para recomponer el interior y después recién ir a la charla final.
Me encantó la película porque tiene la habilidad de levantarme de lugares oscuros, también porque estaba con un mensaje de "volver a lo místico" que quería poder encarnar.
No voy a volver a decir que me costó el tema de apoyos (!!) pero esta vez era también porque había llegado recién de un viaje complicado. Hablé del tema de ENCARNAR creo en este taller.
Sentí un dolor fuerte arriba de la diafragma, donde suelo sentir trabas emocionales.
En la visualización sentí que me abrió una línea de la diafragma hasta mi cuello y salió una luz con mucha fuerza. Esta luz, traté de dibujar en mi rostro.
El personaje me costó encontrar con el maquillaje pero con el enfoque en el rayo y en las raíces como delicadas líneas de luz, pude trabajar.
Me atrajeron telas con la misma delicadeza que estas raíces y emergió algo efímero como una novia o una nena. En la sesión de fotos me costó compenetrar me con mi personaje pero veo algo salió en las fotos.
Con C…. sacamos las nenas y sentí mucho el tema de la nena con mariposas. Y con A… trabajamos con una energía femenina más fuerte. Terminamos en una escena que ella me reclamó que quería sacar sus ancestros o no los reconocía (creo que fue eso), sentía que lo que yo quería era fluir con la luz de ella y que no quería sacar nada. Durante el taller siempre tenía mi ojo en el pie de G…, que representaba el dolor, la muerte para mí. En algún momento al final del taller, desesperadamente agarré su pie y le supliqué que no se vaya. No tenía mucho registro de quien era, de hecho sentí que era alguien de afuera de mi historia personal.
Cuando bailamos en despedida, sentí alegría de la vida y una liviandad pero no te pude decir quien era. Despedirlo no era difícil. Veo una actitud en la foto de sumisión TOTAL en ese momento.
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